Dicen

Dicen que estamos en el antedía, yo diría no se ni dónde estamos... (Blas de Otero)

martes, 27 de diciembre de 2011

S H A N G A Y en el Chacarerean

                    

                           EL RENOVADO ENCANTO DE LAS CAJAS CHINAS
          Nomás entrar,  campea un kitsch exacerbado.  El Chacarerean  es una caricatura en rojo y oro de lo que podría ser un bar de la multitudinaria Shanghái – hoy capital económica de la República China. Pero ni a los propietarios de la sala, ni a la generosa producción ni al autor-director de la obra les preocupa encontrar tal eco o semblanza. Todo es visualmente un apunte temático que subraya el juego de palabras de esta obra que el inagotable talento de Muscari creó hace varios años.
        Podría decirse que hay un anfitrión sobresaliente:  la belleza de dos mediáticas ascendentes, Eunice Castro y Claudia Albertario. Cada una de estas maiko  [ aprendices de gueisha] subrayan con picardía ficta el humor mordaz y el desparpajo al que José María Muscari  ha ido acostumbrando a sus seguidores e intenta ganar a muchos nuevos.
         Para este re-estreno el autor-director-actor comparte cartel con el atractivo [aunque algo desangelado] Nicolás Pauls. Y para redoblar la apuesta de figuras conocidas, se incluye y con peso propio a Chunchuna Villafañe cuyo carisma disimula cualquier traspié.
         La historia de desarrolla en ocho escenas que reflejan, con altibajos, cómo se demorona una pareja gay  mientras comparte lo que será su última comida juntos. El diálogo va de lo veraz a lo surrealista, de lo irónico a lo melodramático, de lo sensual a lo gélido, de la sonrisa a la carcajada. La imagen transita todo el espacio escénico y jamás se limita: escaleras, proscenio, plataformas   -todo sirve y mantiene la expectativa de un público sentado en mesas y mezclando té verde con empanadas. Es, en realidad,  un “todo-vale” sistemático para contar una historia que se parece demasiado a la de muchos que se juraron [y juran] amor eterno. Ni siquiera falta el condimento erotizante desde los torsos desnudos de las maika a la escena de S&M aligerado que juegan  Pauls y Muscari.   
         En general, se dice mucho; se profundiza poco. No hace falta. Todo está dicho o sugerido por eso que Muscari mejor conoce y con lo que cosecha su más brillante apunte:  los lugares comunes. Esa es, justamente, la columna vertebral de esta comedia: una prolongada mofa con acento en la vacuidad o el nonsense de muchas vidas.
          El ritmo del espectáculo es sostenido pero alcanza su mejor momento con la entrada central de esa madre posesiva perdida en el despiste de toda una vida. Allí se afila el retrato de autor y brinda una verdadera creación –que Villafañe ha podido encarnar sin desmerecer la línea.
          En un escenario disfrazado de ‘lo que no es’, trascurre una historia que ‘es lo que es’. El público aplaude rabiosamente esa  cuasi hilarante colección de ‘caja chinas’ que Muscari y su elenco producen sin apelar a otro truco que entretener con inteligencia.
JORGE PAOLANTONIO para DIDASCALIAS / RUMBO SUR
FICHA TÉCNICA

UN EXITO A PEDIR DE BOCA



"Boccato di Cardinale”


       Un gordito enamorado del ‘buon mangiare’ enfrenta un gastronómico dilema: hincar el diente en un producto de comida rápida o dejarse llevar hasta zambullirse en las delicias palatales de  las ‘fetuccine al pomodoro’ (=cintitas en salsa de tomate). La pequeñez del bocadillo contrasta con la imagen agigantada de un plato que ocupa medio escenario del Maipo y donde humea tentadorísima la pasta,  realzada por tomatitos frescos y hojas de albahaca. A partir de allí, Valeria Ambrosio y Ana Repetto ponen su nutrida experiencia teatral y escenográfica al servicio de un espectáculo que, en una concepción cuasi surrealista, evoca, revive y re-instala éxitos de “la Pavone”, un fenómeno itálico e internacional de los tardíos ‘60 y ‘70. Así, las canciones más pegadizas y/o impactantes de Rita Pavone [entonces 20, hoy 65] desfilan y construyen un show que tiene mucho de tributo y poco de nostalgia demagógica por el repertorio de la ‘pecosa bajita y pelicorta’ protegida del celebérrimo Modugno y casada con el notable Teddy Reno.      Ambrosio-directora hizo un felicísimo acierto al elegir como protagónicos a Ivanna Rossi y Omar Calicchio. La dupla funciona con el apoyo de los más que eficientes Ezequiel Carrone y Adrián Scaramella. En solos, dúos o conjunto, los cuatro en escena remontan una partitura que demanda una acción que jamás cesa en algo más de ochenta  minutos. No hay grandilocuencia ni vestuarios deslumbrantes. Hay buen humor, calidad, buen gusto.     
           Ivana Rossi tiene una voz de afinación y timbre excepcionales y una simpatía contagiosa. Omar Calicchio tiene voz, oficio y ángel. Juntos, asombran, divierten, encantan, emocionan. Gaby Goldman, una vez más, muestra su talento para los arreglos y la dirección musical. Y, en nuestra visión,  la vía por la que  todo transita parte esencialmente de  Viva la papa col pomodoro’, un hit del pop de todos  los tiempos y que escribieran nada menos que Lina Wertmuller [sí, la cineasta] y Nino Rota [sí, el favorito de Fellini]. Y con un cúmulo de melodías que van del lírico [cultivado por los grandes tenores]  Un amore cosí grande- hasta el ultra pop de Il Plip y Sul cucuzzolo della montagna, el público se ve frente a un auténtico  “boccato di cardinale” musical. Es básico señalar que la selección no está hecha al azar ni ajustada solo a la discografía de la ‘homenajeada’: el equipo que compone esta puesta tiene aciertos con sus perlas del neo-realismo como “Malafemmena”-blasón napoUn gordito enamorado del ‘buon mangiare’ enfrenta un gastronómico dilema: hincar el diente en un producto de comida rápida o dejarse llevar hasta zambullirse en las delicias palatales de las ‘fetuccine al pomodoro’ (=cintitas en salsa de tomate). La pequeñez del bocadillo contrasta con la imagen agigantada de un plato que ocupa medio escenario del Maipo y donde humea tentadorísima la pasta, realzada por tomatitos frescos y hojas de albahaca. A partir de allí, Valeria Ambrosio y Ana Repetto ponen su nutrida experiencia teatral y escenográfica al servicio de un espectáculo que, en una concepción cuasi surrealista, evoca, revive y re-instala éxitos de “la Pavone”, un fenómeno itálico e internacional litano que revive la imagen de Totó - y la tocante “Mamma son tanto felice”. Ambos temas, que conjugan con el aroma único de la pasta asciutta, subrayan elementos de una idiosincrasia muy cara al sentir de los argentinos –descendientes o no de italianos emigrados. Es justamente esta bien resuelta conjunción –que incluye ritmo y calidad indiscutible-  lo que permite que todas las letras estén cantadas en su lengua original y el público pueda seguirlas al pie.                
             Valeria Ambrosio anota, con “Boccato di Cardinale” un show que se resume en la letra de la canción leit-motiv:  Viva la papa col pomdoro, che é un capo lavoro”. Estamos a las puertas de un éxito con este tercer espectáculo que “la Tana Ambrosio” ha construido sobre vías similares. El éxito de su “Mina” –tributo a la Tigresa de Cremona y que contó con (la hoy mundial) Elena Roger- y la repercusión juvenil  de su “Ella” – dedicada a Rafaella Carrá, la diva telefónica-  integran lo que algunos descuentan como trilogía. Nos permitimos sugerir, ¿porqué no una tetralogía? Después de todo, han quedado en el tintero nada menos que Gigliola Cinquetti, Milva y la inolvidable Iva Zanicchi. Quizás las tres sirvan de inspiración a esta lúcida creadora.                   

JORGE PAOLANTONIO para DIARIO Z

Ficha Técnica
BOCCATO  DI  CARDINALE
Libro: V. Ambrosio y Ana Repetto.
Intérpretes: Ivanna Rossi, Omar Calicchio, Ezequiel Carrone y Adrián Scaramella.
Coreografía: Sebastián Codega
Dirección musical: Gaby Goldman.
Escenografía: Ana Repetto.
Funciones: MARTES, a las 21; sabados, a las 23.30
Sala: Maipo.




TEATRO PORTEÑO abre con 'Las malas palabras'



     Con el re-estreno de Las Malas Palabras, unipersonal sobre el libro homónimo Ariel Arango, quedó formalmente inaugurada una nueva y confortable sala en pleno corazón de la Calle Corrientes.
     El espectáculo, un  one-man show que escribió y representa Daniel Kuzniecka, está basado en un sesudo trabajo de Arango, ex-decano de la universidad rosarina y docente de psicoanálisis en cátedras santafecinas y porteñas.
     Los nueve capítulos y las doscientas páginas del libro original, publicado por el autor en 2010, quedan resumidas en una especie de disertación de 90 minutos, matizada de imágenes muy ilustrativas  slides y videos de excelente factura. 
     Buena voz y apostura son lo que aporta Kuzniecka a la difícil tarea de volver popular lo académico. El objetivo central del libro y, por ende, del espectáculo es analizar con un ojo profano [aunque cultivado] algo que ha merecido cientos de análisis y miles de páginas de la literatura especializada: las palabras ‘tabú’. La Biblia, Aristófanes, el Kama Sutra, el Marqués de Sade, Voltaire, el arte mochica, Freud y hasta el argentinísimo Dr Rascovsky  colaboran para enriquecer el texto que ahora ocupa la escena.     
     Con un seguimiento ajustado de los capítulos pergeñados por Arango, el actor hila sus textos. Así desfila el repertorio vasto de las llamadas ‘malas palabras’, la represión que las circunda y los actos que las motivan mediata o inmediatamente. Desde las heces hasta un elogio de la obscenidad, todo tiene su momento en la ‘conferencia ficta’ de Kuzniecka.
      Lo socarrón de algunas ponderaciones y el corazoncito puesto en lo más clásico de las teorías freudianas puede ser –si tomado a la ligera- motivo de risa o sonrisa. Pero subyace una seriedad o una gravedad de propósito que ni el actor ni su versión logran atravesar. El eficaz diálogo que mantienen el actor en escena y el psicoanalista desde una supuesta webcam demuestran que  -aún con una cuota de muy buen humor- hay tópicos que nada tienen de gracioso.  
      En resumen: un espectáculo que brinda un buen momento y deja lugar para cierta actitud meditativa respecto de lo que ambiguamente llamamos “malas  palabras”.    

                                  Jorge Paolantonio para Didascalias / Rumbo Sur
Prensa Duche- Zarate

Nacha Guevara es " TITA, una vida en tiempo de tango"


       120 minutos le lleva a Nacha Guevara mostrarle a un público [que conoce muy bien su calidad actoral y de intérprete] con qué respeto puede ser tratados el espíritu y la historia de una mujer que es decididamente un ícono en el panteón de nuestras figuras artísticas más populares.
        Así, desde un libro pergeñado por la propia Guevara y Alberto Negrín, se hila un argumento que exhibe, con excelencia en el aspecto musical, escenas reveladoras de la azarosa vida de Laura Ana Merello  - esa Tita de Buenos Aires, como la llamaban sus ‘fans’.
        El orden de los cuadros parece seguir una cronología lineal y, a veces, ciertos personajes importantes en la vida de la actriz y cantante quedan desdibujados ante una referencialidad que no todo el público conoce. Pero basta la escena de su vapuleado debut como cancionista para registrar que Guevara logra mimetizarse  con  el espíritu del personaje y, físicamente, lo trasciende. En otras palabras, Nacha nos deja adivinar y ver  –más allá de su delgadez-  esos rasgos contundentes que hacían a la Merello inconfundible.
         Uno de los momentos más logrados del espectáculo es aquel donde se reproduce la escena del picnic en la película Mercado de Abasto: desde “Se dice de mí” la Merello instala a nivel nacional el tema que la identificaría para siempre [y que, para ella, habían creado Pelay y Canaro en un musical de 1942]. Guevara lo recrea con creces: su voz se adueña del acento merelliano y crea un cuadro que el público ovaciona.   
          La orquesta en vivo, que dirige el maestro Favero, realza cada número. Su labor es sobresaliente. El cuerpo de bailarines y cantores adhiere su presencia para crear climas funcionales al relato.  Pero es el desfile perfectamente calimetrado del repertorio de Tita el que define la continuidad del relato. Y cada tanto, para poner un sello de verosimilitud,  surge una grabación de la voz de la propia Merello narrando y opinando con sinceridad visceral.     
           Los apuntes actorales de Alejandro Vasquez  como Enrique Santos Discépolo y de Christian Gimenez, como Luis Sandrini son valiosos. Y es excepcional ese Hugo del Carril en la voz potente de Ariel Leyra. El resto, acompaña discretamente. 
           El vestuario es de extremo buen gusto. Escenografía, luces y puesta son impecables y aprovechan al máximo el espacio de la sala. La orquesta tiene un lugar de eminencia.      
           Casi al término del espectáculo, cuando se escucha decir a la protagonista “El paso del tiempo te destruye por fuera… pero te construye por dentro”, los espectadores pueden comprender  cómo una veintena de melodías compendian  la historia de un ser que no fue común aunque –según ella misma- luchó mucho para serlo. En este sentido “Tita, una vida en tiempo de tango” es un auténtico homenaje hecho por una actriz y creadora excepcional.

JORGE PAOLANTONIO para Didascalias  /  Rumbo Sur
Ficha Técnica
Autores: Nacha Guevara, Alberto Negrín
Elenco: Nacha Guevara, Christian Gimenez, Ariel Leyra, Alejandro Vasquez, Stella Maris Faggiano, y otros.
Teatro Metropolitan 1, Avda Corrientes 1343.


LOS ANGELES MULTIESPACIO propone el mejor FEYDEAU


                                            La Pulga en la Oreja
          “La pulga en la oreja”, una de las más celebradas de entre más de sesenta obras que escribiera el francés George Feydeau [1862-1921], se estrenó con éxito en la París de 1907, en pleno auge de la belle epoque. Desde entonces, el mismo texto se ha estrenado y re-estrenado en todos los idiomas y soportes imaginables. ¿Cuál es el secreto que la hace una pieza tan atractiva? La obra parte justamente de la expresión “tener o poner a alguien una pulga en la oreja” que equivale a tener o crear en otro inquietud o desazón. Y esto es lo que sucede cuando una mujer, tras años de felicidad marital comienza a dudar de la fidelidad de su cónyuge quien, de pronto,  la ignora sexualmente. Así, la mujer expone sus dudas a una vieja amiga y ésta le sugiere una estratagema para testear la supuesta infidelidad del hombre. Le escriben una carta, con la letra de la amiga, fingiendo ser una admiradora anónima y pidiéndole un encuentro en un establecimiento de discutida reputación pero con una cuantiosa lista de conspicuos y asiduos concurrentes. La mujer se propone confrontar con su marido allí y, si este concurre, podrá lograr sacarse la “picazón de la pulga en su propia oreja”. De allí en más,  el argumento se complica y estallan los malentendidos y enredos, las coincidencias y las sorpresas que –muchas veces- rayan un absurdo siempre traducido en carcajadas por parte del público.   
           Alicia Zanca propone su versión y la dirige con un elenco de primera. Respetando los vericuetos de la trama original, la revisión del texto lo sitúa en una Buenos Aires “decó” y así, el establecimiento donde trascurre gran parte de la acción, recibe el nombre de ‘Las Borlas de Cupido’. Con estos toques de costumbrismo  y mucho de sainete, la comedia de Feydeau se transforma en una farsa escénica  que se sucede con ritmo imparable. Un buen vestuario y una escenografía funcional subrayan la vivacidad  de personajes y texto.
            Julia Calvo no solo hace su protagónico con una solvencia increíble, también ‘entretiene’ al público -en los cambios de escena- cuando sale a  cantar valsecitos y rancheras con un timbre afinadísimo. Como actriz, se adueña de la escena y  brilla desde su innegable carisma.  Mazzarello -en su doble rol- muestra sus excelentes dotes de comediante. Marcelo Xicarts [integrante original de los celebrados Macocos] crea un disparatado e inolvidable dueño de hotel. El resto del elenco acompaña  el desarrollo de esta “comedia de puertas” o “jack-in-the-box” que debe su fama a la hilaridad y venalidad con que plantea lo que –de otra manera- sería exponer la hipocresía de algunas relaciones que se dicen “estables” y “felices”.
             Una comedia de errores que por la agilidad de  su ritmo y la calidad de dirección y actores no desilusionará a los espectadores ávidos de reírse mucho y pasar un  buen momento.       

JORGE PAOLANTONIO para Didascalias / Rumbo Sur

 FICHA TECNICA
Dramaturgia: Georges Feydeau
Versión /Dirección: Alicia Zanca
Elenco: Julia Calvo, Marcelo Mazzarello, Gabriela Sari, Gastón Ricaud, Marcelo Xicarts.
Producción: Diego Suarez Mazzea
Prensa Duche-Zárate
Teatro: Los Ángeles Multiespacio, Corrientes 1764
Jueves, Viernes y Sábados 21:00 hs Domingos 20:30hs

HE NACIDO PARA VERTE SONREIR


          La frase del título está entre las últimas que una madre dice a su hijo, un adolescente enajenado y a punto de ser trasladado a un lugar de internación. Hasta llegar a lo que esa madre asevera –quizás con un atisbo de esperanza- a modo de despedida,  transcurren casi cuarenta minutos y un discurso que pasa y repasa subjetivamente el mapa de sentimientos y pulsiones de un espectro amplísimo que incluye lo personal, lo maternal, lo parental, lo filial,  lo social. De pronto,  todo puede parece venal. Pero algo opera para que lo proferido termine por instalarse en lo más incómodo o lo más profundo. Al silencio y la mirada perdida del hijo la madre opone una extrema verborragia que narra, interroga y se auto-contesta. El hijo permanece sin devolverle la mirada, reconcentrado o perdido;  cada tanto se relaciona con envases de agua que vierte sobre sí o derrama sobre el piso de una habitación donde todo es obsesivamente blanco. Pero la forma y los tonos en que esa madre discurre actúan imantando la atención en tal medida que derrames de agua y mínimos cambios de sitio en escena –únicos elementos de acción en el sentido tradicional-  tienden a pasar desapercibidos.
           Este sobresaliente texto parte de un creador ídem: Santiago Loza. Lisandro Rodríguez realiza un minucioso y lucido trabajo de dirección. Luz Palazón corporiza con tonos e increíble verosimilitud esa madre insatisfecha que fluctúa entre desesperación y descontento. Martín Shanly es un perfecto intérprete que logra un silencio multiexpresivo.              
           En suma: un trabajo que conmueve desde sus contrastes y que de ninguna manera puede dejarnos indiferentes.  



JORGE PAOLANTONIO para DIDASCALIAS /  RUMBO SUR

FICHA TECNICA
Autor: Santiago Loza
Actores: Luz Palazón, Martin Shanly
Vestuario y Escenografía : Mariana Tirantte
Diseño de luces: Matías Sendón
Entrenamiento corporal: Leticia Mazur
Asistencia de dirección: Sofía Salvaggio
Dirección: Lisandro Rodriguez
SALA : ELEFANTE - CLUB DE TEATRO - Soler 3964 - Capital Federal -
Sábados 21 hs.
Teléfono: 4821 - 4425

LA VIOLACION DE LUCRECIA : SHAKESPEARE RE-CREADO


          Mónica Maffía en su doble rol de traductora y actriz presenta su propia versión escénica del clásico poema de Shakespeare, publicado a finales del siglo XVI.
          La narración versificada no pierde en esta puesta de la propia Maffía ni la gravedad de su tono original ni la fluidez de su calidad como relato. Se cree que ‘La Violación de Lucrecia’ –con una extensión de casi dos mil líneas [en estrofas de siete versos]- tiene como fuente un relato de Ovidio [Libro II de los Fastos]; otros ven su origen en la célebre Historia de Roma desde su Fundación de Tito Livio  
           Como simple curiosidad apuntamos que el poema está dedicado a un mecenas del autor,  Henry Wriothesley, Conde de Southampton –cuyas iniciales  parecen estar invertidas en la dedicatoria “To Mr W. H.” que abre los sonetos shakespearianos publicados más de diez años después.
           Tras una primera escena que pinta la deshonra del rey Tarquino [su esposa le es infiel] éste, airado, expone en detalle su intención de violar a una bella patricia. Más tarde, Lucrecia, violada por Tarquino, ruega primero a su propio padre y luego a su marido Colatino que la venguen de tamaño oprobio y, renglón seguido, se quita la vida con una daga. El fin muestra a Colatino y el fiel Brutus aprontándose para transportar por las calles de Roma el cuerpo sin vida de Lucrecia, con el propósito de incitar a los ciudadanos a expulsar al monarca y libidinoso criminal.  
           Maffía  propone escénicamente una mujer que lee el texto en la comodidad acogedora de su sala para luego desdoblarse e interpretar  -siguiendo el poema- al narrador omnisciente, al victimario, y la víctima. Para ello, la actriz luce su estupenda actitud física y, sin desmedirse, deja que su voz bien timbrada recorra líneas e imágenes.  Hay momentos donde el clima se torna conmovedor. La poesía brilla diáfana y atemporal. Un diseño de luces tenues y un vestuario apropiado subrayan y completan los distintos momentos de la puesta.
           El público aplaude agradecido esta magnífica re-creación de un clásico imperecedero.  
JORGE PAOLANTONIO  para Didascalias / Rumbo Sur
Sala: Teatro LA COMEDIA, subsuelo.   Rodríguez Peña 1062
Los Jueves a las 20:30.-