WALTER SOARES VOLVER A LA VIDA

UN RETORNO LUMINOSO  

      Walter Soares vuelve a brillar en el escenario algo estrecho del Café Moliere con la reposición de su éxito del 2010, Volver a la Vida.

       El vestuario especialmente creado por David Ghersinich sobreabunda en plumas, bijoux y efectos que el talentoso transformista y su elenco lucen para impactar a un público que aplaude cada número.

       Sin solución de continuidad personajes y escenas del más auténtico varieté desfilan marcando ritmos y fantasías: del tango al pop, del rock a la bossa nova, del adagio a la marchinha –todo tiene cabida. Hay números cabalmente lujosos y otros de sofisticada sugestión, donde una sola presencia en escena basta para potenciar la atención de espectadores ya fascinados con el primer cuadro –figuras con luces propias en un escenario a oscuras.              

       Soares y buena parte de su elenco hacen impecable manejo del lipsync. Así se recrea la ilusión de que quien se mueve y hace mímica vocal en escena es también propietario de voces famosas y adoradas.  Quizás aquí radique la mitad de la magia de estos espectáculos que el mundo entero conoce y admira.

      A mitad del show, saliendo tras la máscara de una Tina Turner desaforada, Walter se permite bajar a escena para dialogar a viva voz con su público. Rota la magia, el dueño del espectáculo relata qué significa para él, personalmente, ‘volver a al vida’. Atrás ha dejado un pasado de sinsabores específicos y se permite vivir un presente que lo sitúa nuevamente en un lugar que adora: el escenario y su metier de actor transformista. Incluye, con humildad, un agradecimiento a dos de sus mentores: Jean Francois Casanovas, líder celebérrimo del grupo Caviar, y la artista e increíble directora de arte Renata Schusseim.       

      A decir verdad,  Soares fue un excelente au pair de Casanovas pero encontró su veta en una acción escénica más bizarra y que, por lo general, genera más carcajadas que sonrisas satisfechas o cómplices.

       Los número individuales de Soares van alternados con otros “solos” impecables sostenidos por la excepcional Fanny Bianco, una vedette con luz propia.
       La presentación de Rossana Bonetto, con buena figura y una voz microfónica,  no desentona. 
       El público, siempre nutrido, aplaude –entre otras- coreografías montadas sobre un efecto de linternas, doblajes de ignota procedencia, diálogos de cine super-retro y otros aciertos visuales y sonoros.
       Volver a la Vida  está de nuevo en escena para brindar 90 minutos de un varieté de excelente factura.  El arte del transformismo se une a la belleza de los cuerpos en escena y, en conjunto, aseguran una noche especial.

                                                           JORGE PAOLANTONIO para DIDASCALIAS / RUMBO SUR
Ficha Técnica
Elenco: W. Soares, Fanny Bianco, Cristian Avila, Richie Guzmán, Rosana Bonetto y otros.
Vestuario: David Ghersinich
Dirección General: Walter Soares
Prensa: Rafa Tano
Sala: Moliere Café-Teatro, Balcarce 682.