120 minutos le lleva a Nacha Guevara mostrarle a un público [que conoce muy bien su calidad actoral y de intérprete] con qué respeto puede ser tratados el espíritu y la historia de una mujer que es decididamente un ícono en el panteón de nuestras figuras artísticas más populares.
Así, desde un libro pergeñado por la propia Guevara y Alberto Negrín, se hila un argumento que exhibe, con excelencia en el aspecto musical, escenas reveladoras de la azarosa vida de Laura Ana Merello - esa Tita de Buenos Aires, como la llamaban sus ‘fans’.
El orden de los cuadros parece seguir una cronología lineal y, a veces, ciertos personajes importantes en la vida de la actriz y cantante quedan desdibujados ante una referencialidad que no todo el público conoce. Pero basta la escena de su vapuleado debut como cancionista para registrar que Guevara logra mimetizarse con el espíritu del personaje y, físicamente, lo trasciende. En otras palabras, Nacha nos deja adivinar y ver –más allá de su delgadez- esos rasgos contundentes que hacían a la Merello inconfundible.
Uno de los momentos más logrados del espectáculo es aquel donde se reproduce la escena del picnic en la película Mercado de Abasto: desde “Se dice de mí” la Merello instala a nivel nacional el tema que la identificaría para siempre [y que, para ella, habían creado Pelay y Canaro en un musical de 1942]. Guevara lo recrea con creces: su voz se adueña del acento merelliano y crea un cuadro que el público ovaciona.
La orquesta en vivo, que dirige el maestro Favero, realza cada número. Su labor es sobresaliente. El cuerpo de bailarines y cantores adhiere su presencia para crear climas funcionales al relato. Pero es el desfile perfectamente calimetrado del repertorio de Tita el que define la continuidad del relato. Y cada tanto, para poner un sello de verosimilitud, surge una grabación de la voz de la propia Merello narrando y opinando con sinceridad visceral.
Los apuntes actorales de Alejandro Vasquez como Enrique Santos Discépolo y de Christian Gimenez, como Luis Sandrini son valiosos. Y es excepcional ese Hugo del Carril en la voz potente de Ariel Leyra. El resto, acompaña discretamente.
El vestuario es de extremo buen gusto. Escenografía, luces y puesta son impecables y aprovechan al máximo el espacio de la sala. La orquesta tiene un lugar de eminencia.
Casi al término del espectáculo, cuando se escucha decir a la protagonista “El paso del tiempo te destruye por fuera… pero te construye por dentro”, los espectadores pueden comprender cómo una veintena de melodías compendian la historia de un ser que no fue común aunque –según ella misma- luchó mucho para serlo. En este sentido “Tita, una vida en tiempo de tango” es un auténtico homenaje hecho por una actriz y creadora excepcional.
JORGE PAOLANTONIO para Didascalias / Rumbo Sur
Ficha Técnica Autores: Nacha Guevara, Alberto Negrín Elenco: Nacha Guevara, Christian Gimenez, Ariel Leyra, Alejandro Vasquez, Stella Maris Faggiano, y otros. Bailarines: Corina de la Rosa, Julio Balmaceda, Ibés Palombo y otros. Diseño vestuario: Fabián Luca Diseño de arte y escenografía: Alberto Negrín Diseño de luces: Nacha Guevara Arreglos musicales: Andrés Linetzky Producción ejecutiva: Jonathan Goransky Producción general: Pablo Kompel Dirección de Producción: Ariel Stolier Coreografía: Julio Balmaceda, Corina de la Rosa Dirección musical: Alberto Favero Dirección General: Nacha Guevara Teatro Metropolitan 1, Avda Corrientes 1343. |
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