El franco-rumano Eugene Ionescu [1909-1994] y el irlandés Samuel Becket [1906-1989] son, sin duda, los padres del teatro del absurdo. La mayoría de sus obras –escritas por lo general en francés- suele caer en lo metafórico como forma de mostrar en escena el caos externo e interno de sus personajes centrales. ‘El Rey se muere’, estrenada a comienzos de la París de los años ’60, tuvo una casi inmediata réplica en otros lugares del mundo porque su protagonista –un soberano a quien se le anuncia su muerte en horas- permite al autor crear un estupendo poema dramático sobre el hecho de la finitud humana. El humor ácido y la irregularidad de las secuencias dramáticas no están ausentes como tampoco lo están las escenas oníricas: todo ello típico del teatro del absurdo en su intento de revelar los excesos y la ansiedad de un mundo tras dos guerras mundiales donde los valores esenciales aparecían invertidos o subvertidos.
Lia Jelín –multifacética figura- y Jorge Schussheim han tomado el texto de Ioneco y tras recortar ciertos excesos retóricos proponen un texto que justamente respeta esa “moralidad alegórica” de la Edad Media y en la cual todo el teatro del absurdo tiene su raíz.
Pero Jelín, en el rol de directora de esta puesta, elige ‘sacar’ al Rey y su corte de la atmósfera medieval y proyectarlos a un plano más contemporáneo donde la identificación del espectador pueda ser más inmediata. Lo visual -escenografía y vestuario- y el sonido –pianista en vivo- parecen reducir o compactar toda sugestión de goticismo. Conocedora del género, la directora desdibuja lo más ‘objetivo’ y privilegia la percepción interna de la figura central que, en buena parte, trascurre por vías de un vena humorística. Es quizás también por ello que eligió para su protagónico a Omar Calicchio, un actor que siempre sobresale en su abordaje de lo ‘clownístico’.
El Rey [Omar Calicchio] deberá morir en veinticuatro horas u ocho episodios. Esto lo anuncia un soldado [Matías Strafe], ‘alabardero’ de las secuencias y fiel servidor de Berenguer I°. La historia trascurre en un reino de posguerra, desmantelado, empobrecido, víctima de la corrupción generalizada y la negligencia de un soberano inepto. La reacción primera del soberano es reclamar el apoyo de su pueblo. Pero es un intento descabellado. Su Majestad Margarita [Valeria Lorca] –reina y primera esposa del monarca- y Su Altanería, Médico y Chambelán del Rey [Gabriel Rovito] usan su autoritarismo, frialdad y desapego para no perder el monopolio del poder. En cambio, María [Heidi Steinhardt] –reina y segunda esposa de Berenguer I°- se interesa por morigerar los efectos que sobre su amado esposo parece tener la sentencia de muerte.
Pero el rey -tras recurrir inútilmente al auxilio del astro rey y el reino de la muerte - involuciona hasta la primera infancia y recorre distintos estados en una línea de pensamiento que se adensa en la imaginería de la mejor poesía surrealista. Ya en el final, Margarita pierde su apariencia y se transforma en un símbolo alucinante que ayuda a entrar al rey en su propia muerte. Al hacerlo, Berenguer queda en carne viva para descubrir que la muerte es un hecho natural y él –como todos, como cualquier otro- debe enfrentarla.
Omar Calicchio asume con solvencia un protagónico difícil. Valeria Lorca muestra su mayor fuerza interpretativa hacia el final de la pieza. Gabriel Rovito es correcto en su doble registro. Heidi Steinhardt compone una querible reina María. La mucama o asistente de cámara de Agustina Cerviño es fresca y creíble. Matías Strafe hace su soldado con prolijidad.
El Rey se muere es –en esta puesta de Lía Jelín- un abordaje prolijo que traduce mucho de lo desopilante que tiene el teatro del absurdo pero que también deja caer las máscaras y revela el dramatismo de un “Cadacual” contemporáneo enfrentando el natural terror por la muerte.
JORGE PAOLANTONIO para Diario Z
FICHA TECNICA
Autoría: Eugene Ionescu en adaptación de Lía Jelín y-Jorge Schussheim
Elenco: Omar Calicchio, Agustina Cerviño, Valeria Lorca, Gabriel Rovito, Heidi Steinhardt, Matías Strafe
Música incidental al piano: Octavia Bevilacqua
Escenografía y Vestuario: María Oswald
Diseño de Luces: Pedro Zambrelli
Asistencia general: Santiago Lagos, María José Urlezaga
Asistencia de dirección: Tony Chavez
Dirección: Lía Jelín
Elenco: Omar Calicchio, Agustina Cerviño, Valeria Lorca, Gabriel Rovito, Heidi Steinhardt, Matías Strafe
Música incidental al piano: Octavia Bevilacqua
Escenografía y Vestuario: María Oswald
Diseño de Luces: Pedro Zambrelli
Asistencia general: Santiago Lagos, María José Urlezaga
Asistencia de dirección: Tony Chavez
Dirección: Lía Jelín
SALA SOLIDARIDAD, CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN
Corrientes 1543 - Viernes y Sábado, 20:00 hs
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