Dicen

Dicen que estamos en el antedía, yo diría no se ni dónde estamos... (Blas de Otero)

martes, 27 de diciembre de 2011

H A M L E T

                 BUEN  RESULTADO PARA UN PERENNE DESAFIO



            Muchos entusiastas optimistas asumen que el público que llena la sala del Teatro Presidente Alvear conoce en líneas generales la historia que encierra “Hamlet, Príncipe de Dinamarca”. ¿Sorprendería comprobar que no es así? Una multitud de suspirantes sigue durante 120 minutos las evoluciones del ecléctico Mike Amigorena sin reparar demasiado en las profundidades o vericuetos del texto shakespeariano en una traducción-adaptación de  Luis Gregorich bajo la mira del maestro- director Juan Carlos Gené.
           El fantasma del rey de Dinamarca se pasea por las almenas proclamando que ha sido asesinado por su hermano quien, no solo le ha quitado el trono sino que también le ha birlado a Gertrudis, su reina. Hamlet, hijo de la víctima, trama su revancha. Al hacerlo debe sumergirse en los vericuetos de la hipocresía, el servilismo y las componendas. No le bastarán el amor incipiente de la cándida Ofelia ni la consecuencia de sus mejores amigos. No le ayudarán sus arbitrariedades ni la intención de ser ético. Gradualmente se sumergirá en la fetidez del reino, se convertirá en involuntario asesino, y llegará a la completa alienación –ficta en principio pero real, más tarde. El telón caerá con su propia muerte y la conmovedora despedida que le brindará su más fiel amigo. 
             El escenario –una suma efectista de negro, rojo y cortinas de metal- apunta con acierto la atmósfera opresiva de la corte danesa. La coreografía, por así decirlo, que siguen los esbirros del poder de turno realza las características de lo que se ve siempre como una encerrona. Todo ello, resultado de una puesta bien meditada, es un excelente marco para que el elenco se mueva con comodidad a lo largo de un texto complejo [aunque vaciado de hojarasca retórica]. El uso del voseo rioplatense más resta que acerca a la llegada general.
            La Ofelia de Esmeralda Mitre conmueve, el doble rol de Edgar Nurtkiewicz es magistral, la Gertrudis de Luisa Kuliok es digna, el Polonio de Horacio Peña es una sutil caricatura. Amigorena luce su temperamentalidad actoral  y la lleva, con solvencia, a muy buen puerto: su Hamlet es veraz y termina por “meterse” en los memorables parlamentos.
El resto del elenco es muy eficaz.
            La dirección de Gené  demuestra, una vez más, su ingenio y su maestría.

JORGE PAOLANTONIO para Diario Z

FICHA TECNICA    
Autor: William Shakespeare 
Traducción- Adaptación: Luis Gregorich 
Dirección: Juan Carlos Gené   
Elenco: Mike Amigorena, Luisa Kuliok, Esmeralda Mitre,  Edgardo Nutkiewicz, Horacio Peña, Francisco Cocuzza, y otros.
Escenografía: Carlos Di Pasquo
Vestuario: Salvioli- Carini
Luces: Miguel Morales
Música Original: Luis María Serra
Sala PRESIDENTE ALVEAR, Avenida  Corrientes 1659.

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